Wednesday, June 9, 2010

Cinco buenas razones para ignorar a CR9


por Gerardo Cárdenas

No hay mejor momento para definir principios, establecer credos y trazar fronteras que los Mundiales de fútbol. Cuatro semanas de locura futbolística son pretexto suficiente para dar el puñetazo en la mesa y decir: ¡Yo voy por tal!, o ¡Fulano es el mejor del mundo!

Después ya tendremos el resto de la vida para glosar nuestros asertos, justificar nuestras pasiones, o desmentir nuestras propias palabras.

Es por ello que, a solo horas del inicio del Mundial 2010 en Sudáfrica, he decidido, de forma dramática y drástica, ignorar a Cristiano Ronaldo. Punto.

Creo que mi declaración ha provocado conmoción en Portugal. Me dicen que Fernando Pessoa se ha agitado tanto en su tumba, que ha creado un nuevo alter ego, aún por bautizar. Ya me confirmarán si es verdad.

Por supuesto, también el avezado lector comentará que, si mi objetivo es ignorar a Cristiano Ronaldo, y hacer público mi desdén, el mero hecho de “bloguear” al respecto traiciona y contradice mi objetivo inicial.

Créame, amigo lector, que no estoy para debatir silogismos ni admitir entropías.

Estoy para ver fútbol, y en este Mundial para mí fútbol significa Leo Messi, o Xavi Hernández, o Wayne Rooney, o Robbie van Persie. Fútbol es Iker Casillas, Gerard Piqué, Frank Lampard, Samuel Eto’o, el “Jefecito” Mascherano o Yaya Touré.

No Cristiano Ronaldo. Y le doy estas 5 razones.

1.- El fútbol es de hombres hechos y derechos, no de niños bonitos. El Mundial se juega con el ánimo de una guerra. El campo es trinchera, y los balones son proyectiles. La vida no vale nada y hay que saber dónde meter el balazo. Los niños bonitos, como Cristiano Ronaldo, lloran, corren y se esconden. Y si no me creen, recuerden a Beckham y su pataleta ante Argentina en 1998 luego del encontronazo con Diego Simeone (hombre hecho y derecho).

2.- Cristiano Ronaldo es mustio e hipócrita. ¿Creen que exagero? Recuerden cómo en el pasado mundial, el portugués presionó al árbitro hasta conseguir la expulsión de Wayne Rooney, su propio compañero en el Manchester United, en el partido contra Inglaterra, y cómo luego de forma evidente y obscena, se regocijó del hecho. Y después fue a llorar y quejarse de que en Manchester ya no le querían, y que no le quedaba más remedio que irse a Real Madrid… por la fruslería de 20 millones de dólares al año. O sea.

3.- ¿CR7? ¿CR9? ¿WTF? Cuando jugaba en Manchester, se hacía llamar CR7 (llevaba la camiseta 7). Pasó al Madrid, y como esa camiseta era, y sigue siendo, de Raúl González, entonces pasó a llamarse CR9. Es una de sus típicas payasadas, por no hablar de sus zapatos rosa, o de la obsesión que tiene por sus abdominales o por retratarse en ropa interior.

4.- Cristiano Ronaldo se hace chiquito en los partidos grandes. Verifíquenlo, a la hora de la verdad, cuando hay algo grande en juego, CR9 corre como la rata que es y se esconde en la primera cloaca. En el Mundial 2006, en la semifinal, desapareció ante Francia. En 2009, en la final de la Champions League entre Barcelona y Manchester United, Gerard Piqué lo convirtió en harina de pescado. Y lo mismo hizo este año, cuando Real Madrid se jugaba el título de la Liga española ante el Barcelona, y CR9 hizo mutis. Como siempre que hay algo valioso en juego.

5.- Cristiano Ronaldo no ha inventado nada. Pese a que él cree haber inventado el fútbol portugués, mucho antes que CR9 hubo gigantes del balompié como Eusebio, Mario Coluna, Antonio Simoes, Fernando Chalana, Rui Costa y Paulo Futre. Eusebio y Futre siguen siendo, y seguirán siendo para mí los más grandes jugadores lusitanos de la historia. CR9 tal vez nunca los vio jugar, estaría distraído admirándose los deltoides.

Seré coherente conmigo mismo. Para ignorar a CR9, acompaño este blog con una foto de la selección de Portugal en 1966, y unos vídeos de Eusebio y Futre. Ojalá el amable lector los disfrute, y se una a mi boicot contra… bueno, el tipo ese.



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