Friday, June 11, 2010

El mito del eterno retorno... al desastre


Por Gerardo Cárdenas

A estas alturas, querido lector, usted, que es persona informada, ya sabe que comenzó el Mundial 2010, que México y Sudáfrica empataron 1-1, y que Francia y Uruguay aburrieron con un gris 0-0, con lo que el Grupo A ha cumplido sus expectativas de ser, hasta ahora, el Grupo de la Muerte. No le aburriré entonces con detalles de estos juegos, sino que trataré de reflexionar sobre los hilos invisibles que mueven a los futbolistas y a sus técnicos.

Los experimentos de Aguirre

Algo le pasa a este buen hombre que dirige los destinos del “Tri”. Mi lado paranoico cree en una conspiración en la cual los poderes políticos y comerciales del fútbol mexicano le dictan la alineación. Mi lado crédulo estima que tal vez realmente no sabe a quién poner, pero creo que desde que tomó el mando del Tri, Aguirre no ha repetido nunca la misma alineación.

Eso no se puede - no se debe – hacer en un Mundial. Para bien o para mal, eliges 11 titulares, más 4 o 5 tipos que tendrás a la mano para relevos. Y con esa carabela te hundes.

Ante Sudáfrica que, seamos honestos, no tiene mucho fútbol, Aguirre puso al guardameta más enano del Mundial, a un mal carrilero derecho (Paul Aguilar) y a su peor delantero (el Guille Franco). Y a la hora de los sustos, con los Bafana Bafana ganando 1-0 (merced a un zapatazo que cierto guardameta pudo haber desviado, si hubiese tenido 10 o 15 centímetros más de alcance), metió a los que tenían que haber jugado desde el principio.

Un defensa, siempre un defensa

Cuando ya quedaban sólo 12 minutos, el veterano Rafa Márquez anotó el gol del empate mexicano. Es el mito del eterno retorno. Son los defensas, no los delanteros, quienes suelen acudir al rescate de México en partidos claves de los Mundiales: Halcón Peña en 1970, Fernando Quirarte en 1986, el propio Márquez ante Argentina en 2006.

¿Quién jugará entonces por México ante Francia? A este paso, ni idea. ¿Aparecerá Barrera, cuyas descolgadas por los carriles tanto necesitó México? ¿Jugarán Guardado y Hernández desde el inicio? Igual Aguirre mismo se pone botines y salta al campo, junto con los fantasmas de Negrete, Tomás Boy, y hasta Borja o el “Pirata” Fuente. Al paso que vamos…

Once individuos contra un bloque de cemento

Mientras Sudáfrica festejaba, y México eludía visiones de un nuevo desastre mundialista, Francia y Uruguay nos regalaron el primer chorro de plomo del Mundial. Un 0-0 patatero que hizo evidente que el fútbol andaba en otra parte.

Más allá de algún destello de Yoann Gourcuff, Francia demostró que no tiene empaque de equipo. Aparentemente, gente como Ribery, Anelka, Gourcuff, y otros no se llevan bien. Mal asunto para el entrenador Raymond Domenech.

Uruguay sí tiene empaque de equipo. Lo que no tiene es fútbol. Juega a lo de siempre: defensa a ultranza, patadas, y destellos en punta de Diego Forlán. Las patadas le costaron la primera roja del Mundial, en contra de Nicolás Lodeiro. Y Forlán tuvo el gol del triunfo en sus botas pero marró el remate.

Messi, Maradona, y la batalla de Bunker Hill

El sábado, Argentina enfrenta a Nigeria en el debut del Grupo B. El mundo espera la participación del nuevo genio del fútbol, Lio Messi, y espera también con nerviosismo el debut como técnico mundialista de Diego Armando Maradona.

Ingleses y estadounidenses se miden, buscando los primeros la revancha por la sorpresiva derrota del Mundial 1950; y los segundos buscando tal vez su propia afirmación como candidatos a mejores puestos. Es la reedición de la batalla de Bunker Hill, la primera batalla en serio de la guerra de Independencia de Estados Unidos.

Y para los aficionados más irreprimibles – el sábado también juega Corea del Sur y Grecia. Si se levanta usted a las 6:00 am a ver ese partido, mi más profunda admiración.

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