Thursday, June 3, 2010

Eliminadas

La noticia ha provocado opiniones opuestas. Fabio Capello, fiel a una concepción monacal del fútbol, prohibió la presencia de las WAGs en el campamento británico de Sudáfrica. WAG es un término bastante feo al que la prensa inglesa recurre para designar a las esposas y novias de las estrellas del fútbol. Las WAGs suelen ocupar las principales páginas de los diarios sensacionalistas de Londres, pero no sólo por el nombre de su pareja, sino también -y tal vez sobre todo- por su belleza. Los futbolistas de éxito han adquirido la costumbre de hallar cónyuges al borde de las pasarelas. Hasta el más feo, si es capaz de meter unos cuantos goles en la Liga, puede soñar con una modelo. Quien no lo crea, que revise las fotos de la novia de Crouch en el Internet -y el hombre está lejos de ser un Adonis.

A Fabio Capello, entrenador de Inglaterra, no le gusta este circo. Quiere que sus jugadores se concentren en el fútbol. Y los comentaristas más conservadores de la prensa británica le han dado la razón; es más, lo han aplaudido. En el campamento británico Capello no está solo. Río Ferdinand, flamante capitán del seleccionado, está de acuerdo con la medida. Tampoco quiere candilejas. Menosprecia la prensa de espectáculos y sostiene firmemente que el fútbol no es parte de la farándula.

Los tiempos, sin embargo, cambian. Sven Goran Erickson, que alguna vez entrenó a la selección inglesa, criticó la decisión de Capello. “El torneo mundial es muy duro y los jugadores pasan por momentos muy tensos; la única manera que tienen de relajarse un poco es dedicándole un tiempo a su familia. No veo nada de malo en que después de cada partido, los chicos se encuentren con sus esposas”.

Capello, al parecer, ha sentido cierta presión externa. En nuestros días el fútbol, convertido en gran negocio, sí es parte del espectáculo. Se fomenta por eso una industria de la imagen. En la portada más reciente de Vanity Fair, por ejemplo, posa el dúo letal: Drogba y Cristiano Ronaldo, con arete y todo. Puesto que a un mundial moderno no se le puede quitar este elemento triste, Capello sabe que las WAGs estarán en Sudáfrica, pero no permitirá que vivan en el mismo hotel en que duermen sus maridos.

En 1982 el fútbol era cosa seria. Lo sabemos quienes llegamos a vivir el legendario Mundial de España. Cada partido era una revelación. Al menos por 90 minutos, a nadie le importaba lo que ocurría más allá de la cancha. Hoy las cámaras buscan afanosas, en las tribunas del estadio, a la señora Gerrard o a la novia de Walcott; a la modelo que se matrimonió con Buffon o al ejército de seducidas por Seedorf. ¿Quién quiere saber del estilo que proponen Lippi, Domenech o Parreira? ¿Qué nota curiosa puede provocar un personaje árido como Dunga? Busquemos mejor a Victoria Beckham. El fútbol está pasando a un segundísimo plano.

Capello no quiere que eso pase. Y si en sus manos estuviera el destino de la imagen mundialista, hubiera eliminado a esta selección femenina cuya foto me atrevo a publicar sin permiso.




3 comments:

BETO said...

Habría que preguntarle a Edson y a Rosemeri dos Reis Cholby al respecto. Lo que pasa hoy en día es que el sexo es para los amantes de verdad; no para esos pusilánimes neo-adultos-convertidos-en-estrellas que se hacen llamar "Idolos", un polvo y se rajan. Antes se fornicaba contra la pared, jalando los pelos y maullando...ahora...sólo se hace el amor.

Calibariel said...

He oído rumores al respecto. Tengo entendido que a los jugadores les prohiben follar durante campeonatos. Si esto es cierto, a qué irían las WAGs sino a mimar a los jugadores. Recordemos, éstos son gladiadores modernos, no deben distraerse. El equipo debe estar internado en un laberinto cuya salida es el siguiente partido...

Douglas said...

Son las WAGs las que les llevan contrabando (comida, amuletos, pociones, cocciones, etc.) a los jugadores. LOs DTs lo saben y por eso las quieren fuera.